Tuesday, March 22, 2011

spanish bombs

vamos a la guerra, amigos. si total, de perdidos al río. y además, las armas que les vendimos estaban defectuosas. vaya un descojone, ¿no? vaya gobierno, vaya clase política, vaya calidad. hay que calentarse en invierno, amigos, hay que conducir, hay que disfrutar de la vida y de los radiadores y de los caballos de vapor. si no, ¿para qué coño querríamos estar en la cola del primer mundo? desde luego no para vivir un poco mejor, para que la educación sea de calidad, o simplemente para que la pobreza sea algo del pasado, como la mili, la peseta o aznar. ya puestos, podíamos bombardear somalia, que tampoco queda muy lejos y sus piratas son peores que barbazul. ¿o qué les parecería grecia e irlanda? así el euro sería mucho más fuerte, y todos podríamos comprarnos fender originales en vez de reediciones. porque ya saben que el talento es sólo un 10%, el resto es buena maquinaria, y si no, escuchen el nuevo de strokes, o el de radiohead, o de muse, que son como los primeros pero hace 15 años y con un mano loca a la guitarra. podríamos hacer la guerra contra muse, la verdad, o contra dani martín, que además escucharle nos da ganas de matar. incluso podríamos bombardear los locales donde ensayan fito, el sueño de morfeo, la oreja de van gogh o la quinta estación, porque lo suyo en las radios de masas sí que es una dictadura. a cárlos baute le perdonamos la vida, porque su última canción es un cachondeo, pero maná... ¡al paredón!
bien pensado, como buena democracia, podríamos hacer una lista con objetivos que cada uno cree que han de ser eliminados, y pa'lante. mucho mejor que llevar armas con en u.s.a., así no te acabas manchando la camisa, que la sangre sale fatal de la ropa. nos lo van a decir a nosotros. podemos bombardear lo que nos parezca, o lo que les parezca a otros, ya mandamos nosotros un par de aviones y les dejamos usar nuestras bases, que sobre todo somos un país pacifista y aconfesional. sólo encontramos dos pegas a lo de empezar a bombardear, una es el saber parar, y la segunda, que porbablemente, los siguientes en la lista seamos nosotros mismos, aunque, para entonces, lo mismo nos da pena, para una vez que tenemos instrumentos de primera...

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