hablamos de música con pasión, porque es lo nuestro, lo que nos gusta, nuestro atleti. y si hablamos de la nuestra, mucho más. si alguno de ustedes nos conoce sabrá que no solemos hacerlo, preferimos hablar del tiempo, de escotes, del tour, de nantes o de la música de los demás. básicamente, porque si empezamos somos el coñazo. así que, lo mejor es no hacerlo. una elección bastante lamentable, pero es mejor que la contraria, para los demás por lo menos. pero siempre hay alguien que se interesa por lo que haces, y lo mejor, por cómo lo haces, por los medios y el resultado, y claro, somos de piedra, pero tenemos un pizca de caliza. te pones a hablar de lo que esperabas y de lo que has conseguido, de lo que has disfrutado haciéndolo, y de que lo más difícil está por llegar. tal es la magnitud del flipe que llegamos a parecer unos putos hippies hablando de la energía y las ondas. aunque nos parece que el problema es que hace meses que no patrullamos. nos sentimos como una rata de laboratorio, inquietos, a la espera. ya no usamos el buick, gasta mucho para ir de civiles. hemos vuelto a nuestros utilitarios de plástico. y las cosas que no son lo que parecen hacen que acabemos preguntándonos quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, ya saben. y como hay preguntas que nunca deberían hacerse, o respuestas que nadie debería darte, intentamos ignorarlas haciéndonos otras de andar por casa, ¿qué será de ramón? ¿qué pasará con el nuevo de beirut? ¿qué coño comemos hoy? definitivamente, el trabajo de oficina nunca fue lo nuestro. hay que hablar, redactar, archivar; no puedes sacar la pipa contra un informe por malo que sea, ni con un cajón porque no cierra, ni siquiera con la foto del cabrón del capitán, porque sería abuso de autoridad. y las prácticas no son lo mismo. les falta el peligro. hasta ha resultado que los cuatro teníamos más o menos las mismas ideas, así que ni siquiera las hemos sacado contra nosotros mismos. un desastre. esperemos que alguno de los delincuentes a los que tenemos echado el oído cometa el delito. siempre acaba pasando, esto está lleno.