sí, amigos, sí, vamos teniendo claro que aunque la gente no es lo nuestro, lo que seguro que no es nuestro es el poder ni los que lo manejan. que tengan claro que están ahí por nuestra ignorancia, no por sus habilidades. va siendo hora de atarles la correa al collar, y de sujetarlo igual que el adiestrador de perros de la tele. lo malo es que no somos adiestradores, ni siquiera los dueños enfadados, somos sólo una pobre masa desparramada. habrá que hacer la ola, pero no la del camp nou, sino la de japón, la de indonesia, una que, como decía jorge martínez, destruya, destruya, destruya. está complicado con el verano, las terrazas, la birra y el cigarro, la playa, los escotes, la media jornada, el gazpacho y las vacaciones. menos mal que nos queda el euribor para recordarnos que la realidad sigue su puto curso, aprovechándose de la irrealidad en la que vivimos. no sabemos cómo hacerlo, pero en cuanto se le ocurra algo a alguien, allí estaremos, haciendo una marea líquida, densa y devastadora. la que les hará desaparecer.