la mitad de la gira artística ha sido dura de pelar, amigos, seguramente será la falta de costumbre, o la falta de costumbre. llegamos a murcia temprano, con tiempo para patrullar las calles enteras, sin prisas, ojo avizor. no crean que detuvimos a muchos delincuentes, pero lo de estar sentado vigilantes es un trabajo infravalorado. acabamos poco antes de empezar el concierto, que fue un éxito de crítica. a estas alturas los temas tienen vida propia, y reviven sin importarles que tú quieras tocarlos o no. así que lo único que tienes que hacer es subirte al escenario, poner las manos en el frío metal, y empezar a disparar.
la mañana siguiente empezó temprano. había que volver a la capital, rápidamente, para ir a la radio. el rock no entiende de noche o de día, sólo de acordes, así que, desanduvimos lo recorrido en unas horas. llegamos a la radio con el gentío, gente por la calle, por las aceras, por el rastro, por los patios, ventanas; aparcamos los coches de paisano para descargar el arsenal. después de esperar un buen rato a godot, nos llaman para probar. los coches de paisano se quedan en medio del barullo, de la desorganización, pero como son coches de inspectores, nos bajamos a probar antes de nada, la música es lo primero. hasta que alguien viene a avisarnos de que nuestros "colegas" los municipales, nos están recetando algo para el aparcamiento. subimos rápido, con la placa en la solapa, pero ya se habían escabullido. para eso sí que están rápidos, putos. diez minutos antes del concierto y el sonido por probar, y los vehículos por aparcar. el rock no entiende de problemas, amigos, sólo de notas y energía. menos mal que las clinettes estaban por allí para hacerse cargo del coche, del aparcamiento, y de la tensión. no hay nada como una clinette, amigos. así que, a tres minutos de empezar, conseguimos probar un tema, para, acto seguido, y para no variar, no pudimos ponernos el uniforme, porque la cosa estaba frenética. no queremos ni imaginar lo que debe ser hacer "sálvame" todos los días. demencial. así que, de paisano, y con el recuerdo de una ciudad seca tan cerca del mar, salimos escoltados por santi alcanda, listos para rocanrolear.
harry el sucio "ensuciando"
fotos cortesía del flickr de obra social caja madrid.
