sí amigos, no sabemos si hablar de la reforma laboral o de la tristeza española. no hablaremos de la primera porque, ¿para qué? ya saben que los jefes mandan y el presidente (¡presidente, presidente!) obedece. éste o cualesquiera. lo único que éste creía que los bancos están sólo para "prestar". ahora, a aguantar el tirón de la correa, amigos. esperamos que tengan un buen cuello. el nuestro se pone rígido a la primera. en cuanto a lo segundo, todo en orden. todo muy español. no hay problema. todo se soluciona con cohones, como dicen ahora nuestros amigos americanos. por cierto, hablando de cohones y americanos, qué calidad la de breaking bad, apreciados amigos. qué delincuencia tan legal, qué pasatiempo más amoral. si algo tenemos claro, es que la diferencia entre un mono y el ser humano está en la capacidad de crear cosas como a dos metros bajo tierra o breaking bad. porque hablar, como tal, lo hace cualquiera. sintonicen esos canales que hay en algún punto de la tdt y lo comprobarán. perros de presa con traje y corbata hablando como cualquier persona. así que, ¿de qué hablamos entonces? pues de nada, como siempre, como nunca. ya saben que nunca tenemos nada que contar. somos gente sin historias, sin anécdotas. gente aburrida. escúchennos y lo verán. por cierto, un último apunte insustancial. qué cosa más ridícula lo de íker y su novia hablando como si no se conocieran de nada. vaya papeleta. eso no es amor. un beso, un roce en el pecho, como si nada, una sonrisa cómplice. ¿habitamos en la realidad o es todo una broma?