basta ya de quejas, amigos, ya vendrán momentos para no parar ¿no les parece? bien pensado, dejarse toda la gallina, hasta el pico, en hacer un disco tal y como quieres que suene, en los formatos que quieras, con la portada, la música, el título y hasta el nombre del sello que quieras es algo que no da para queja. tampoco para paja, pero sí para un poco de orgullo. suponemos que estamos en la fase de euforia porque ya hemos pasado todas las demás (sobre todo la de ira/odio/hastio/depresión). así que les escribimos desde aquí arriba, sin saber lo que va a durar, pero teniendo clarísimo lo que va a costar. aunque, ¿qué es el dinero? lo que nunca te llena la cartera, lo que guarda la gente que va a la tele en bolsas de basura, lo que se va a cargar a grecia y demás países mediterráneos, lo que nos hace putos, lo que paga las copas, las drogas, el adsl para bajarnos cultura libre, lo que ganamos los artistas a tope en los conciertos, lo que hace rebosar nuestras cuentas con los derechos de autor, lo que se ha llevado hasta el apuntador de las arcas públicas, lo que la sgae cobraba hasta en su más ínfima expresión, lo que ramón dice que no se ha llevado, ni luis bárcenas, ni el ex alcalde de villalba. la vida, en una palabra. nos hemos gastado la vida en nuestro disco, y ahora mismo estamos contentos. no sabemos mañana, y menos dentro de un año, cuando haya que echar cuentas. tendremos que informarnos de cómo hacer para poner cara de idiota y echar la culpa a los demás. porque no importa lo que va a pasar. el futuro no existe, sobre todo aquí en la cima.ya saben que más dura será la caída, así que disfrutaremos de estos cinco minutos de alegría y nos pondremos rodilleras para intentar no sufrir demasiado cuando toquemos suelo de nuevo al intentar sacar cash con la tarjeta de la empresa instrumental. adjetivo que a nosotros nos suena a déficit y felicidad a partes iguales.