deserter

de vuelta de la convención de policías modernos, y cuánto policía. montones de ellos: unos, los de verdad, pegando a los pobres de la plaza, los otros, desertores paseándose entre otros miles con un montón de complementos. había tantos que se echaba de menos algún ladrón con su camiseta de iron maiden, con sus yumas y su cardado. aunque si lo hubiera habido, habríamos creído que era el típico secreta. por aquí, por allá. nosotros intentamos ir a las charlas de los menos interesantes. estuvimos con el comisario matthew dear, y con ese traje, ese tipo y ese rollito, nos convenció total. papas fritas también, aunque sólo fuera pura nostalgia. de lo demás, vimos sólo ratos, canciones sueltas, así que seremos de poca ayuda. estamos mayores y cascados para estos trajines, amigos. estamos por empezar a soltar bilis, pero, para qué. eso sí, nos encontramos a uno de los guitarristas que tocaban con howe gelb en el despropósito madrileño y así se lo hicimos saber. no tuvimos que enseñarle las esposas, ni la pipa, la cosa no llegó a nada más que a unas palabras. y ya imaginan que de eso no gastamos muchas, a no ser que sea por los dedos.

ciudad sin sueño

amigos, qué rara es la música. unas veces te pone los pelos de punta, y otras, te da ganas de levantarte y largarte a hacer cualquier otra cosa que no sea soportar esa tortura. que es justo lo que nos pasó ayer al final del concierto de m ward. un tipo genial, un músico excepcional, pero que por la manía de alargar un concierto que costaba una pasta, se sacó al escenario a su colega howe gelb y su banda de gitanos. qué forma de cargarse el let's dance de bowie, el concierto y el sabor de la boca que teníamos. qué espectáculo para turistas, qué session tan poco jam, con tan poco groove, tan improvisada que daba apuro oír el resultado. y nosostros pensábamos en lo mal que lo debía estar pasando el pobre matt, tan poco dado a este desfase. pero la verdad es que no lo parecía, aunque tampoco nos quedamos para ver el resto del despropósito. con lo que nos gustaba el gelb de chore of enchantment, soberbio, desértico, esquelético. no sabemos qué tiene el flamenco, que es como el humo negro de lost, lo que toca, se lo carga. todo menos a lagartija nick. por algo será.

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upper classes

sí, amigos, sí, está la cosa calentita. y parece que hay que posicionarse rápidamente, para que no te tachen de una cosa o peor, de la contraria. rápido, ¡rápido! que se lo digan a la "pobre" russian red, que tuvo la ocurrencia (¿el valor)? de situarse más cerca de la derecha que de la izquierda, y está en busca y captura por la policía moral. ¿y joey ramone? ¿y lemmy? suponemos que han vendido sus discos de ramones y de motorhead, y de otros tantos. la policía moral da bastante miedo, no a nosotros, que llevamos la mágnum a todos los sitios, pero en general, la cosa está triste. nosotros una vez fuimos así de ingénuos, creíamos que el rock era de izquierdas, ahora creemos que depende, como siempre, como todo, de la cuenta bancaria del artista. pero agradecemos que no haya tantos ismael serranos, ana belenes javier bardénes y demás, dando charlas progresistas desde sus chalés y urbanizaciones residenciales. que conste que el chalé en sí no tiene nada de malo, sino el que lo habita. ya lo decía luke haines, nuestro sabio preferido: "no hay nada malo con las riquezas heredadas si tú mismo fundes la plata." entendemos policialmente que la gente prefiera vivir en un mundo que puedan entender, el de lo malo y lo bueno, lo triste y lo alegre, la derecha y la izquierda. desde luego, ese mundo es muy habitable. una pena que sólo exista para yupi y sus colegas.

cold cold ground

si nosotros, nosotros en particular, le debemos algo a la buena vida, es que sus ventas hicieran posible que siesta apostara por proyectos suicidas como el nuestro. musicalmente nunca fueron de nuestros grupos favoritos. eran demasiado bonitos, muy siesta. pero cuando harry el sucio y el dueño de estos dedos tocamos con plastic d'amour, pedro, el bajista de lbv, nos ofreció su amplificador de bajo con toda la amabilidad y ningún problema. fue la única vez que hablamos con él, desde la respetuosa distancia y tranquilidad que te ofrece el no fanatismo. un tipo majo. pocas conclusiones se pueden sacar así de rápido de casi nadie, y de forma tan contundente. en esto de la música, ya lo saben, hay personajes de todo tipo, de todo pelaje. la mayoría se mueven entre el yo y el mi, y hay pocos que utilicen el resto de pronombres. pedro parecía de esos. podría fácilmente haber sido de los otros, sobre todo él, pero eligió ser un tipo normal. así que, sin conocerle, nos ha hecho dos favores: nos dejó un amplificador de bajo y nos ayudó, sin quererlo, sin saberlo, a llegar hasta aquí. pocos desconocidos hacen tantos favores desinteresados. hagan la prueba. desde aquí, como desde todos los sitios, le despedimos como se merece, como uno de los grandes. gracias, y hasta siempre.

back to life

hola, amigos, amigas, ya estamos de vuelta con algún kilito de más, justo los que pesa el cinismo que nos gastamos. y son unos kilitos agradables de llevar, porque da gusto comérselos de vez en cuando, así, en crudité, o a palo seco, como solemos decir por este pueblo grande. una experiencia religiosa, como decía ese. no sabemos si hemos hecho un disco, pero les aseguramos que nos lo hemos pasado de primera categoría, sobre todo después de la paliza de paquistán, ya han leído los periódicos. sí, fuimos nosotros. el caso es que después de la tensión de la caza estuvimos haciendo un poco de música para desengrasar, para limpiar la conciencia y quitarnos el regusto de la victoria, que te hace vulnerable. por supuesto, funcionó. nada como empuñar unos instrumentos para darse cuenta de que es mucho más fácil acertar a cincuenta metros con la pipa. enfrentarse a la máquina es mucho peor que estar delante de la guardia de bin laden, suponemos que aún somos demasiado humanos, o simplemente que deberíamos ensayar más. afortunadamente teníamos a guy fixsen manejando esta operación, y la verdad es que no hay nada mejor que dejarse llevar, donde te quieran llevar. no nos fuimos muy lejos, lo justo para que todo fuera más raro, más interesante, más clint. esperamos haberlo conseguido, aunque ahora mismo no nos preocupa tanto. lo peor ya está hecho, hemos ganado a la máquina, o al menos ella no ha podido con nosotros, y un poco más y la asfixiamos a base de pistas de sonido. después del verano llega el momento de la alegría o del lamento, del fracaso o de la discreta aceptación. ya sabemos que hacemos música para ascensores, ahora, cuando entren en uno a partir de septiembre, dejen sitio a su alrededor por si se les van los pies con el rockandroll.

este es nuestro enemigo nº 1 y no el barbas. inmaculado, limpio, nos faltó poco para liquidarlo, por menos nos hemos cargado a otros desarmados.