juan martínez de medina es un tipo grande, en el mayor sentido de la palabra. ha errado de aquí para allá, de allí para acá, y entre adverbio y adverbio se dedicó a sobrevivir, a disfrutar de la vida y a hacer de sus extrañas ideas una rudimentaria y magnética realidad.
ya en aquel pueblo, el nuestro, del sureste de madrid, esculpió en los dos respiraderos altos y esféricos de un aparcamiento un pezón en cada uno, pintándolo todo de rosa chillón, y era lo único que se podía ver cuando el tren se acercaba a la estación. vaya tetas.
más tarde, cómo no, estudió bellas artes, aunque ya tenía sus ideas multimedia en la cabeza, siendo el elemento multimedia fundamental unas sábanas y telas llenas de letras y palabras, con o sin sentido, depende del que las viera. dibujos, pintura, video arte... no había nada que no llamara su atención. viajó por el mundo con el abono transporte y mientras trabajaba en lo que surgía maquinaba la historia de una casa, una casa especial. poco a poco se hizo con más artilugios multimedia como una casa hecha con cerillas, unas figuras de plástico como aquellos soldaditos minúsculos tan divertidos, y una peluca. por supuesto, se agenció un proyector, un ordenador y una videocámara, y realizó su primer "corto" (32 min.) titulado "The mystery of an ordinary house", una historia surrealista que, creemos nosotros, tiene que ver con la necesidad de estar en movimiento sin ir a ninguna parte.*
por aquella época clint maquinaban ya su primer disco, y tenían una también rudimentaria maqueta titulada "los testigos no descansan en domingo" que le habían enviado a algún lugar del mundo para que no olvidara el barrio y sus tetas. juan, asu vez, les mandó su corto, con las canciones de clint como banda sonora. hay pocas sensaciones como la de ver una canción que no existe más allá de unas notas musicales convertida en una realidad de plástico y madera, aunque sea una realidad primitiva. ahí está toda la mandanga, amigos.
ya de vuelta a esta caldera ibérica, siguió quitándose ideas de la cabeza que plasmó en varios vídeos para las canciones que clint publicaron bajo el título de "alégrame el día". imágenes sencillas y directas, fabricadas o seleccionadas, collages visuales, casi siempre girando sobre lo cotidiano, sus cambios y su quietud. lo mismo que la música de clint. la realidad, no la primitiva, sino la actual, se impuso con un contrato y un horario, y juan, alterna sus ideas con la vida, y nos acaba de dar el vídeo del tema "vaso bajo, trago largo", que les dejamos por aquí. las nuevas tetas de clint, por juan martínez de medina.
*pueden encontrarla en www.clint.es