TOP 5 CLINT: Harry el Ejecutor / Harry el Sucio
1. La música clásica: La mitad de Clint son fans de Beethoven y Mozart. Unos siglos antes y hubieran sido grupis con peluca. Pero gracias a ellos los discos de Clint están repletos de instrumentos clásicos tocados por profesionales, y también gracias a ello pudimos contar con la colaboración de Constantino Romero en nuestro segundo disco, "Los Tipos Duros También Bailan".
2. M. Ward: Su concierto en Madrid fue una de las cosas más grandes que hemos visto nunca. Aparte de su forma genial de tocar la guitarra, nos hizo plantearnos la posibilidad de tocar en directo con un bajo, tema tabú hasta ahora en la banda. También llegamos a la conclusión de que, con alguien que cantara así, automáticamente dejaríamos de hacer música instrumental. Somos gente con principios, pero muchos y muy diferentes.
3. El Rock: Casi todos los estilos musicales tienen la capacidad de emocionar, pero hay muy pocas que te hagan sentir joven y te aceleren el pulso. El Rock, el Pop, que suelen ser lo mismo muchas veces, hacen "click" con el corazón y los pies. Pueden alegrarte el día, también jodértelo. Y eso lo convierte en algo que va más allá del entretenimiento. El rock es ficción, adrenalina y pasión. Pero, ¿qué es el Rock? El Rock es la vida en su mejor momento.
4. La escena "independiente": Nunca antes se había tocado tan bien, ni había habido tantas cosas interesantes: nudozurdo, Rosvita, Julio de la Rosa, Tachenko, Inhabitants, Bandini, Dead Capo, Remate... Antes daba bastante vergüenza poner la radio y oir las cosas españolas (desafinadas, ñoñas, bastante ridículas en general). Desde hace unos años, las guitarras y las voces no se pelean, al contrario, se quieren; se copia menos lo que viene de fuera y sobre todo, las bandas suenan a bandas, no a cuatro tipos en el escenario haciendo lo poco que pueden.
5. Harry el sucio: Harry es alguien que en estos tiempos estaría en la cárcel. Poco hablador, sus opiniones hoy estarían cesuradas. Es El tipo duro por definición. Es rock: contundente, pasional y pura adrenalina; es independiente, más que cualquier escena, porque nunca fue capaz de seguir los caminos habituales; es grande, tanto como el concierto de M. Ward y sobre todo, es un clásico al que los Clint siempre retornamos cuando tenemos alguna duda moral. Mucho antes que a Vivaldi. Ésas, te las soluciona a golpe de Magnum. Todo un rockero.
