sí, amigos, amigas, ya estamos trabajando en ello, haciendo un traje de plomo a los temas del señor chesnutt. y vaya temazos, amigos. no hay como escuchar bien. suele pasar, en general. hay que hacer las cosas bien, pero no es lo mismo que hacer el bien. el bien está sobrevalorado. los únicos que disfrutan de la vida son los que hacen el mal. luego les pillan, pasan un par de años puteados, y a disfrutar, esta vez no bien, sino de puta madre, de lo que les queda de vida. y nosotros, mientras tanto, interrogándoles como si fuéramos emma garcía. a los clint la única forma de hacer el mal es musicalmente. nuestra dignidad profesional nos impide hacer el mal en el trabajo, sobre todo porque sería una contradicción total, y nosotros con las contradicciones nos obturamos y somos incapaces de salir del atolladero. así que dejamos la maldad para la música. que se forren otros, y que la pintura de tantos billetes les provoque una enfermedad terminal. desbarramos, como siempre, pero esperamos que nos entiendan, tanto tiempo encerrados en esta sala con espejos hacen que la cabeza no funcione como debería. así, que, mientras otros desfalcan, prevarican o se follan a inocentes chavales, nosotros somos culpables de cargarnos dos temazos de este pobre hombre que cansó de estar vivo, pero que revivirá en los dedos y voces de los demás el 1 de mayo. ¿hay algo más grande que la música, aparte de la magnum del 44?