vas a verme por la tele

es rara la tele. no sólo verla, en casa, sino estar en ella. si tuviera cara se parecería a la de dueñas, roberto. pasan las horas y la gente, por aquí, por allá, y de repente no hay nadie, y luego vuelven a pasar. qué rara es la tele, amigos. las cámaras ya ni siquiera imponen al rato, al fin y al cabo son los ojos de dueñas que se mueven por aquí y por allí, se agachan, se levantan.
se agradece que el público en este caso no lleve crestas adolescentes, gomina y piercings hasta en el chándal. somos unos paco martínez soria, amigos, nos falta la maleta y la boina, aunque a lo mejor en la tele sí que aparecen. definitivamente, hay que salir más en la tele.