enfrentamos el final del año. como siempre, quién nos lo iba a decir en enero que llegaríamos tan pronto al mismo sitio. no sabemos para ustedes, amigos y amigas, pero este año es digno de olvidar, por varias razones, una por aquí, otra por allá y alguna otra que no se ve ni se toca pero se siente. aunque no nos engañemos, algo bueno ha tenido que tener este año. para los clint ha tenido un anuncio, y les diremos un secreto, alonso ha perdido por juntarse con gente como los clint. si no nos hubiéramos cruzado en su camino no le hubiera fallado el coche, ni le hubieran sancionado y esas cosas de gafe-clint. nosotros lo supimos en cuanto nos contaron el anuncio. pero, qué quieren que les digamos, como se dice en nuestro pueblo, a-jo y agua. tráete tus impuestos, fernando, amigo, reparte alguna migaja entre estos pobres ciudadanos que se pasan los domingos viendo el coñazo de la fórmula uno como si tuvieran doce años.
anuncio más, anuncio menos, el dos mil siete nos ha traido una grabación que resultó más dura de lo esperado, más coñazo de lo pretendido. pero los resultados han sido también más de lo creido, aunque, qué va a decir el papá de su hijo feo, pues que es más guapetón que sherlock holmes. para llamarle feo ya está el resto del mundo. pues eso, resto del mundo, esperamos sus insultos.
putas luces navideñas, es verlas y ponerse a hacer resúmenes del año como si fuéramos el interviú. gallardón apaga la puta luz que así no hay quien duerma, coño.
p.d: amigos, vamos a permitirnos otra recomendación, la carretera, de cormac mccarthy, pedazo de escritor que espermos que dure muchos años así de bien. por él, para él.