rocanroleza muerta

aquellos que no hayan contemplado la Belleza desde hace mucho la echarán de menos. la proporción áurea, la sucesión de fibonacci... esas cositas de la perfección. ya en la música lo intentaron, y lo consiguieron, beethoven, bela bartók o xenakis, y nosotros aquí, intentando innovar. si wolfang amadeus levantara la cabeza, se echaría a llorar, o se descojonaría. la belleza de ahora es la que promueven ano torrojo, miguel bosé en celo y la rubia cerdal de la oreja. un panorama muy para practicar el tiro al cerdo. si unos buscaban el número áureo, otros, lo que buscan, es la cuenta áurea, que es la que se llena con el dinero de la ignorancia. y no es por despreciar, porque a los clint nos gustaría tener una cuenta áurea, pero es poner la tele o la radio, y empezar a pensar que nos tratan como a puros imbéciles, y será que lo somos. miren la lista de éxitos, una lista hecha para tontos. del culo. que las cuentas áureas las tengan el canto del moco en vez del niño gusano, por ponerles un ejemplo, dan ganas de cagar, o de saber las claves y vaciarlas. la cosa no pasa por aurear las canciones, ni siquiera por hacerlas bonitas, sino por hacerlas con respeto por los oídos que las escuchen, no por sus pobres bolsillos.