Friday, November 05, 2010

mayor of simpleton

sí, sí, unos meses, amigos, sin dar muestras de vida. misiones secretas, traslado de comisaría, prácticas de tiro, teoría de investigación y torturas, prácticas de lucha, arrestos indiscriminados, seguimientos, misiones de escoltas... en fin, los típicos trabajos de pasma, de madera. entre trabajito y trabajito, hemos estado contratando a un entrenador personal para el próximo examen. un entrenador bastante en forma, en el que confiamos plenamente para poder superarlo y dejar de ser inspectores. ya nos lo dirán ustedes. por ahora tenemos instructor, nos falta las instalaciones, pero ya tenemos unas cuantas fichadas. mientras hemos estado de misión, no hemos podido dejar de pensar que estamos viviendo en un país y un universo que parece un chiste. lo del abuelo colgado al que van a quemar en la hoguera bienpensante por decir las mismas gilipolleces de siempre es algo que nos da que pensar. no a nosotros, que no decimos nada, o casi nada, pero así en general, cuando nos ponemos a reflexionar entre guardia y guardia, pensamos en estas cosas que tiene este nuevo siglo. casi sería mejor, también en general, así, un pensamiento fugaz de san lorenzo, escaparse a otro planeta de aquí a unos años, porque este, cada vez da más asco. a ver si alguien retoma la carrera espacial, pero con clembuterol, por favor. o eso o habrá que alzarse a las armas en algún momento. ya saben que nosotros las tenemos siempre cargadas y a punto. avísennos, iremos disfrazados a la cita, y podemos empezar a formar la resistencia. menos mal que nos queda la música, aunque sea descargada y suene traseramente por los altavoces de un teléfono. y sobre todo, la instrumental, que te permite tener estas reflexiones que no valen para nada, pero que no vean lo que entretienen. y recuerden, cuidado, tengan mucho cuidado con lo que dicen, y piérdanlo con lo que hacen. los oídos son los nuevos ojos.

les dejamos un temazo de viernes, de gente disfrazada. los 80 fue una década estética y musicalmente complicada, pero quién nos iba a decir que la echaríamos de menos. como dijo el otro día jorge manrique.