los clint no son ramoncín

los vídeos de Juan son delux. que alguien pase su tiempo en poner imágenes a lo que te pasa por la cabeza se parece a que alguien pague por grabar esas mismas cosas. que los sellos discográficos independientes arriesgan es un hecho. y que ramoncín es un tipo repugnante es otro. porque la peñita lo que quiere es bailar y disfrutar, y los clint pueden hacerte disfrutar, pero bailar… pero ya sabemos que la música no es sólo para bailar, también sirve para fregar, para limpiar o para follar o hacer el amor, depende del momento. una de las canciones que iban para el disco se llamaba “música para planchar”, pero al final, entre tanto temazo (…) optamos por dejarla de cara b, ahora que no hay vinilo ni cassette. pero esperaremos pacientemente, porque a este paso, recuperaremos el sistema de rebobinar con bics, porque la piratería no afectaba a las cintas. en el barrio había una tienda en la que te regalaban una copia en cassette de los éxitos de aquellos veranos (loquillo, mecano…) por la compra de unos vaqueros. lo que pasa es que ramoncín por entonces llevaba sus putos litros de alcohol y como era punki y no cobraba, pues para qué quejarse. ay ramoncín, ahora lleva litros de derechos de autor por las venas, y le hacen decir más tonterías que cuando eran de lo otro, mujer. menos mal que tenemos a Juan y a sus cortos, porque si no este mundo estaría lleno de ramoncines de la vida, y para eso, los clint se cortaban sus venas, por las que corre el rocanrol.